Tener los conocimientos básicos de cultura general que aporta la formación del bachillerato.

Poseer una escala de valores que permitan el desarrollo y una actitud responsable, honesta, justa, equitativa y de aceptación de la diversidad durante el proceso formativo.

Tener interés en conocer y profundizar en el campo del trabajo social a partir del desarrollo de actividades de comunicación social, en la aplicación de diferentes técnicas de manejo de violencia familiar y el análisis de diversos modelos teóricos de trabajo social, así como investigación social entre otras.

Los estudiantes que optan por una Licenciatura en Ciencias de la Educación adquieren una sólida base en áreas clave como la psicología educativa, la pedagogía, la sociología de la educación y la administración educativa. Esta formación les permite entender los desafíos que enfrenta el sistema educativo y desarrollar estrategias efectivas para abordarlos.

Una vez graduados, los licenciados en Ciencias de la Educación están preparados para asumir una variedad de roles en el ámbito educativo. Pueden convertirse en docentes en diferentes niveles educativos, asesores pedagógicos, directores de escuela, diseñadores de programas educativos, investigadores educativos y mucho más.

Además de su impacto directo en la enseñanza, los profesionales de la educación también juegan un papel crucial en la formulación de políticas educativas, el desarrollo curricular y la promoción de la calidad de la educación a nivel nacional e internacional.

Los licenciados en Ciencias de la Educación tienen una amplia gama de oportunidades laborales en el campo de la educación y más allá. La empleabilidad de un licenciado en Ciencias de la Educación es generalmente sólida debido a la demanda constante de profesionales que pueden contribuir a mejorar los procesos educativos.